Hace poco más de una semana nos 'escapamos' un fin de semana a Madrid y, como siempre, preparé de antemano una pequeña lista de lugares especiales que visitar. Es lo que más me gusta de cualquier viaje. No soy una turista al uso. Entre esos nombres estaba el de Mama Framboise, la primera boulangerie francesa de Madrid. ¿Te vienes a tomar un café?
Leyendo por ahí sobre este establecimiento -situado al final de la calle Hortaleza, en pleno barrio de Justicia- veo que hay distintas versiones sobre la obra que inspiró esta hermosa pâtisserie.
Si bien su estética provenzal, esa que te traslada a la campiña francesa nada más entrar, sigue a imagen y semejanza las descripciones de Joanne Harris en su novela ‘Chocolat’, su nombre parece debérselo a otro texto de esta autora -'Cinco cuartos de naranja'- y a su protagonista, Framboise Dartigen.
El lugar es encantador. Lo afirmo a pesar de haberlo conocido un sábado a primera hora de la tarde con todas sus mesas llenas y la barra a rebosar. Y a pesar de haber entrado con un carrito de bebé. El personal de Mama Framboise, muy atento, hizo todo lo posible para que nos sintiéramos a gusto y lo consiguió.
Sus mesas de madera. Sillas estilo vintage. Sillones de cuero marrón. Jarras de cerámica. Paredes pastel. Miras a tu alrededor y sientes que han traído un trocito de Francia al centro de Madrid.
Curioso que, antes de Mama Framboise, este local lo ocupara un Starbucks. (No es una crítica. Me encanta un café latte del Starbucks)
Resulta que venden on-line, pero sólo algunos de sus productos. Y los macarons no están entre ellos. (Maldita sea) Alli probé el de avellana y es exquisito. Pero tienen todo tipo de sabores, los tradicionales y otros innovadores como el de gin-tonic o el de mojito. Confieso que me he quedado con las ganas de probar el de plátano y chocolate.
Además del café y el macaron, nos metimos entre pecho y espalda un trozo de bizcocho de chocolate y una milhoja partida de merengue y crema. Muy rico.
El bizcocho estaba elaborado con harina de trigo, huevos, nata, azúcar, cacao, avellanas y pieles de naranja.
La milhoja sólo la sirven los fines de semana y es un hojaldre de mantequilla caramelizada, relleno de crema pastelera de limón y canela de Madagascar, merengue italiano y espolvoreado con azúcar glacè.
La culpa de todo esto es de Alejandro Montes, repostero reconocido ya como Mejor Pastelero joven de España, Mejor Chocolatero de España y Medalla de Oro del Open de France de Desserts.
Si eres de Madrid, probablemente ya habrás oído hablar de este delicioso rincón e incluso habrás catado sus recetas y su ambiente. Si no es así o no vives en la capital, te lo recomiendo. No sólo para merendar. Hablan maravillas de su desayuno y de su brunch.
(Otra espina que tengo clavada. No lo tomé en Mama Framboise porque quería probar el de Panela & Co, pero me topé con la desagradable sorpresa, después de cruzar Madrid a pie, de que cierran los domingos ¿?)
¿Conoces Mama Framboise? ¿Te gustan este tipo de locales? ¿Me recomiendas alguno?
Qué acogedor! Me lo apunto para cuando vaya a Madrid.
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